Mazda Motor Corporation ha desarrollado, junto con Mitsubishi Chemical, un plástico de ingeniería de base biológica para las piezas exteriores de sus vehículos.

El nuevo bioplástico, que se utilizará inicialmente en todos los nuevos Mazda MX-5, ayudará al fabricante japonés de vehículos ha reducir su impacto sobre el medio ambiente. Producido a partir de derivados vegetales, disminuye el uso de derivados del petróleo y con ello, las emisiones de CO2. Por otra parte, como el bioplástico puede ser coloreado se ahorra el proceso de pintado, lo que también reduce las emisiones de compuestos orgánicos volátiles. El coloreado del material otorga a las piezas un acabado tipo espejo que otorga una mayor calidad a la pieza que la conseguida con el tradicional pintado de los plásticos.

Mazda lleva años desarrollando tecnologías de biomasa. Bajo el nombre de Mazda Biotechmaterial, la compañía ha conseguirdo un bioplástico de alta resistencia al calor para el interior de sus coches, además de la primera tapicería de asiento biofabricada con fibra derivada de plantas.

Para su idoneidad en piezas exteriores, los bioplásticos han de soportar factores meteorológicos extremos, además de resistencia al rayado y a los impactos.

Mazda ha conseguido con éxito un material válido tanto para piezas interiores como exteriores, optimizando la composición de un bioplástico altamente modulable y duradero, con aditivos y colorantes (pendiente de patente) y habiendo mejorado las especificaciones de moldeo. Este nuevo material permitirá a Mazda producir piezas más duraderas que las tradicionales de ABS pintado y con un acabado de mayor calidad, con las posibilidades de diseño que ello conlleva.

El nuevo bioplástico será utilizado primero en el interior del nuevo Mazda MX-5 que será lanzado en 2015 y luego se utilizará en las piezas exteriores de otros modelos.

Mazda mostró un prototipo con piezas en bioplásticos en la pasada edición de Eco-Products 2014, la semana pasada en Tokyo.